El Renault Talisman Estate TCe 200 tiene un motor (bastante) vivo y un chasis mágico que debería cambiar tu forma de buscar gangas… ¿Hermoso? ¿No es bonito? ¿Más guapa? Evidentemente, es subjetivo: si la berlina Talisman es capaz de seducir por sus líneas esbeltas, su versión familiar parece tener una armonía (y un aspecto hipster bastante sensual, así como una línea de techo que tira directamente hacia el portón trasero… rematada por un pequeño alerón) que le hace ganarse muchas miradas entre el tráfico. Incluso he visto a conductores de coches más premium (como el Audi Q5 o el Volvo XC60) mirarme fijamente. A menos que estuvieran buscando un robo de auto… ¿Quieres encontrar tu coche de ocasión en Barcelona al mejor precio? Elige el concesionario de coches ocasión Barcelona Crestanevada.
Aun así, en esta categoría en la que el coche familiar representa el 50% de la cuota de mercado (e incluso un poco más en determinados países como Benelux y Alemania), no se puede culpar a Renault por haber cuidado las líneas de su Talisman Estate. La sensualidad es la clave, hombre: diseñas una finca como un superpetrolero y seguro que no la vendes. Sobre todo porque la competencia es dura entre el Peugeot 508, el Ford Mondeo, el Mazda 6, el Skoda Superb, el Opel Insignia, el VW Passat y muchos otros (incluido el futuro Kia Optima, que tiene muy buena pinta).
Y en lo que a mí respecta, vamos a atrevernos a dar una opinión objetiva en forma de declaración: me gustas mucho, Renault Talisman Estate, me pareces un cochazo, más que la berlina, que me dejó bastante escéptico, pero eso fue antes de probarlo (aquí, en la versión dCi 130). Casi me darías ganas de tener muchos hijos e irme a pasar todos los domingos a mercadillos de provincias, para traerme un montón de trastos polvorientos en tu generoso maletero.
Y para cuadrar el círculo, ya te ofrecí una prueba del Espace TCe 200 (aquí), que te dará un marco de referencia bastante completo para juzgar este Talisman Estate TCe 200.
Con este contexto en mente, podríamos llegar directamente a la conclusión: el nuevo familiar es una sutil mezcla entre la berlina grande y el monovolumen grande, ¡hasta la vista!
Esto sería dar un pequeño salto y no mencionaría una verdad que sólo conocen los iniciados: hay un alma en los objetos metálicos. Sí, la forma en que el tornillo interactúa con la arandela (¡hola, psicoanalistas!) determina el carácter final de la máquina, que sólo los filisteos creen inerte. Sabemos que puede dar placer y emoción.
La emoción es el placer de los ojos y el bienestar que se siente en el interior. En este punto, el párrafo será corto, porque el Talisman Estate TCe 200 Initiale Paris difiere poco del Talisman berlina dCi 130 que había probado, que era una versión en acabado Intens pero bien dotada de opciones. En ambos casos, se puede seguir criticando la calidad de los plásticos de la parte inferior del salpicadero y, en menor medida, los que rodean la pantalla táctil de 8,7 pulgadas. Pero por lo demás, hay que admitir que la sensación general es generosa, con bonitos asientos de cuero (cuyo confort y sujeción no llamarán a crítica con el paso de los kilómetros), así como chapados de plastiwood® (pero suficientemente cualitativos, aquí, en esta imitación de madera clara): todo ello contribuye a sentirse bien a bordo.
Las múltiples funcionalidades del sistema de infoentretenimiento no han variado respecto a lo que empezamos a conocer bien en Renault: digamos para resumir que es completo y bien surtido, pero que requiere un poco demasiada manipulación de la pantalla táctil en detrimento de la atención prestada a la carretera, y que ciertas funcionalidades no son imparablemente lógicas. Ejemplo 1: poner sistemáticamente el asiento de masaje en modo «Confort». Ejemplo 2: volver a la configuración por defecto al cambiar el tamaño del Multi Sense, aunque haya configurado su modo personal como el más adecuado. Pero, ¿el propietario del Talismán se pasa la vida cambiando la configuración como el bloguero de base? Buena pregunta. Pero aún así: no es fácil tener iluminación púrpura si no te gustan los asientos de masaje…